De pie sobre la tierra desnuda, bañada mi frente por el aire leve y erguido hacia el espacio infinito, todo mezquino egoísmo se diluye. Me convierto en un globo ocular transparente; nada soy: veo todo.
En el paisaje tranquilo y, especialmente, en la lejana linea del horizonte, el hombre contempla algo tan hermoso como su propia naturaleza.
0

Enviada por Rebeca hace 9 años
No se ha encontrado imágenes sobre esta frase de Ralph Waldo Emerson.